“La cantidad de personas que llegan sobrepasa la capacidad institucional (…). Estamos sobrepasados”.
Según el viceministro de la presidencia de Costa Rica, Jorge Rodríguez, la capacidad de su país para manejar el constante y creciente flujo de migrantes que pasan por su territorio en dirección a Estados Unidos llegó a su límite máximo.
Y esta fue la razón esgrimida por el presidente costarricense, Rodrigo Chaves, para ordenar este martes la declaración de una “emergencia nacional” con la que quiere disponer de más recursos económicos para fortalecer las capacidades de las instituciones encargadas de atender esta situación.
La medida fue anunciada después de la detención la semana pasada de 25 migrantes en la frontera sur tras un enfrentamiento con agentes de policía que trataban de evitar ventas ambulantes en la zona, lo que generó graves disturbios y causó gran polémica en el país.
Chaves, quien firmará el decreto presidencial este jueves para que la emergencia nacional entre en vigor, elevó el tono y amenazó con deportaciones para las personas extranjeras que alteren el orden público en el país.